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viernes, 27 de marzo de 2020

Delatores de balcón.

Vi un documental donde se escogía a dos grupos de voluntarios, unos hacían de presos y los otros de vigilantes, en un entorno cerrado. Al cabo de unos días tuvieron que detener el experimento, pues los que hacían de carceleros empezaron a torturar a los falsos presos.
Con esto quiero decir, que es fácil convertirse en un delator de balcón, poner al prójimo en el cadalso, y eso es en una crisis médica, imaginad en un régimen comunista tipo venezolano o cubano.
La linea que separa lo correcto y convertirse en una herramienta del estado es muy fina y se puede perseguir y abroncar al prójimo sin saber realmente el motivo por el que está en la calle, comprando o vete tú a saber.
Protégete tú y a los tuyos, los otros ya serán vigilados por los que están legitimados para ello y si no, así revienten.

martes, 3 de marzo de 2020

Cuando lo que queda es el orgullo.

No conozco el secreto de la felicidad, de vivir como te gusta o de como tener éxito.
Solo sé que si no le debes nada a nadie, no te arrepientes de lo dicho o de tus acciones y crees que actúas de forma correcta, una cosa si te puedo asegurar, puedes ir con la cabeza bien alta.
Si desde chaval has sabido salir adelante, has sido autosuficiente y te has buscado la puta vida, para ti y para los tuyos, es cuando ves a gente que sale de tu entorno y no los echas de menos, es mas, incluso respiras aliviado de quitarte una rémora del lomo .
Es mas, leí hace años que el culturista y actor Arnold Schwarzenegger, (Copiado el puto apellido de internet) decía algo parecido a esto, lo cual llevo a cabo desde hace mucho
: "Tengo una libreta donde apunto a todo aquel que no aporta nada bueno en mi vida, una vez apuntado, deja de existir para mí, para bueno o malo".
Si me jodes o me tocas los cojones a mí o a los míos, ten por seguro que desaparecerás de mi vida, para siempre.