Vistas de página en total

viernes, 25 de agosto de 2023

Los chicos del barrio.

 La barriada del Pasaje Recreo empezaba en la calle del Recinto y baja serpenteando hasta la calle Real, flanqueada por casas de planta baja y descendiendo por una ladera, donde se amontonaban casi sin orden, casas y chabolas, con su callejuelas estrechas, de tierra o cantos, algunas pavimentadas de cemento pulido, lo que convertía la barriada en un laberinto de callejones donde era fácil perderse si no lo conocías.

Al principio de la calle encontrabas una serie de casitas de planta baja, la primera era a la vez la tienda de Manolo y un par de casas mas abajo de la Antonio, enfrente estaba el llano, curioso nombre para un descampado que era de todo menos "Llano", que era a la vez nuestro patio de juegos, nuestro campo de balompié y el principal motivo de que tuviéramos las rodillas casi siempre descalabradas.

Eramos un grupo heterogéneo de chavales, de distintos credos, colores y nivel social, generalmente nuestros padres eran currantes, de origen humilde y cuando llegaba la mañana de Reyes Magos, se daba uno cuenta quien tenía mas poder adquisitivo, lo que no era óbice para que a la hora de jugar, todos estuviéramos al mismo nivel.

Allí nos criamos todos, con nuestros nombres y apodos, jugábamos a lo que se jugaba entonces, el escondite, el hoyo, canicas, trompos, cometas y cualquier otras cosa que implicara correr, saltar o esconderse. Después del colegio, con el trozo de pan con lo que hubiera para merendar, nos juntábamos todos en el barrio y allí nos quedábamos hasta que oscurecía.

Todos fuimos creciendo, las primeras motos, los primeros escarceos amorosos, los primeros trabajos. Nos asomábamos con cierto vértigo al mundo adulto. De adolescentes nos juntábamos en el grifo, ya sabéis, los grifos donde las mujeres recolectaban el agua para casa, en bidones o cántaros, cuando no era habitual tener agua corriente en casa, ya en desuso y en un trozo de acerado, a la sombra de la fachada lateral de la tienda de Manolo, nos sentábamos a fumar, beber y escuchar música en los casetes enormes de los ochenta, que se bebían las pilas aquellas gordas. Vestidos con vaqueros y camisetas, con nuestra moto o ciclomotor y queriendo emular a un John Travolta de medio pelo, allí charlábamos de nuestras cosas, que si la discoteca tal, que si me voy a sacar el carnet, que si el trabajo, los estudios, la chica aquella que tanto me gusta y los mil y un problemas que entonces nos parecían infranqueables.

Mas tarde vinieron los primeros coches, las primeras parejas formales, algunos se fueron mudando a barrios mas decentes, huyendo del chabolismo o simplemente por independizarse de sus padres. Las amistades, como todo en la vida, por la distancia, se fueron enfriando, algún saludo por la calle o preguntar por la familia, ya sabéis. Otros por motivo de trabajo incluso tuvimos que emigrar y todos aquellos niños de los 70,s quedaron en el recuerdo o en fotos añejas. 

No hace mucho vi fotos de mi viejo barrio, no parece el mismo, parece una prolongación de Marruecos, el chabolismo de antes, ha dado paso a una masificación sin control de todo tipo de aberraciones arquitectónicas, que algunos bobos se empeñan en declarar "Típicas", incluso una mezquita con su minarete destaca en esa masa informe de construcciones.

La verdad es que he añorado aquellos tiempos, no por mejores, pero si por mas sanos, mas inocentes. Espero que a mis amigos de entonces les vaya bien, sé que algunos no están ya con nosotros, pero siempre estarán en nuestros mas queridos recuerdos. 

En la foto, al fondo el llano y tras el todo terreno, en primer plano, la acera del "Grifo"



miércoles, 23 de agosto de 2023

Palabras tabú

 No hace tanto, había libertad de expresión, en el cine, la música, la literatura, la censura en todo caso la ejercía un tipo del gobierno, con o sin sotana, en los ochenta, ni siquiera eso.

Ahora, en la era de los ofendiditos, hay una serie de comportamientos, palabras o situaciones, que pueden hacer que todo se ponga en tu contra, un ejemplo son las redes sociales. En teoría, solamente puede coartar tu libertad de expresión un juez, estos mequetrefes se escudan en que tienen unas normas que aceptas cuando entras en sus redes, pero ¿Quién pone esas normas?, ¿Por qué a unos los bloquean y a otros los dejan escribir o publicar cosas que en teoría no se puede?.

Se llega a tal esperpento, de que compartes algo sacado de la misma red social y te lo echan para atrás. 

Me he entretenido por mi experiencia personal de un montón de castigos por parte de estos subnormales del Facebook, en hacer una pequeña recopilación de palabras por las que me han bloqueado.

Mongolo

Maricón

Moro o moromierda

Bollera

Subnormal

Negro

Maricorner

Femichorra

Comealmejas

Seguro que alguna mas se me queda en el tintero, es por eso que hice mi perfil privado, por las denuncias de maricones en general, rojos de medio pelo acomplejados y feminoides de pelo morado y voz estridente, aún así, hay que andarse con pies de plomo, por aquello del que dirán.

Ya sabéis, no me llaméis calvo, que me ofende, decidme alopécico, so putos subnormales, mongolos y maricones, a ver si me bloqueáis también el blog.




sábado, 5 de agosto de 2023

Sonríe que algo queda.

 En todos lados cuecen habas, aunque en las fotos veas caras sonrientes, en la trastienda algo huele a podrido, pasa en las mejores familias, lo normal cuando se juntan gente de diverso pelaje, de cara a la galería todo son alegrías, pero mantener a un puñado heterogéneo de personas mas o menos unidas, cuesta trabajo.


Todos los Clubs tienen luces y sombras, gente que como los cometas, pasan un temporada en tu órbita pero luego se alejan para no volver jamás, otros, como meteoritos, se estrellan estrepitosamente y se hacen pedacitos, esperando un no se qué o montándose películas americanas de 1%, intrigas y puñaladas traperas, esos tardan poco en irse por donde vinieron y luego están los mete-patas, que no se van, se les echa con viento fresco.

Que hablen de uno, aunque sea mal, gente que lleva dos días en moto y te quieren enmendar la plana, enseñarte o corregirte, mirándose el puto ombligo o mirando por encima del hombro, creyendo que un parche da superpoderes. Luego cuando se dan la bofetada monumental, por tirarse a la piscina sin mirar si había agua, los ves por ahí, como almas en pena, no queriendo saber nada de parches, clubs o la madre que los parió.

Es por eso que, hay que ser humilde, no ser un faltón, no ir de lo que no se es y no creerte todo lo que te cuentan, al final los palmeros, a la hora de la verdad te dejarán mas solo que la una y yo me fumaré un puro, como llevo años haciéndolo y espero seguir haciendo, a pesar que hace tiempo me dijeron que decir lo que pensaba, me iba a traer problemas.

Así que no te creas todas las fotos sonrientes, a veces es una fachada blanqueada, con cimientos tambaleantes, crónica de una muerte anunciada le llaman.

 Palabra de Cuervo.




jueves, 3 de agosto de 2023

Cuando ser famoso no te sirve.

 Uno de los Red Hot Chili Peppers que va con la novia al hotel donde andan los Rolling Stones, el tío todo chulo y estirado, pasa por el lado de uno de seguridad y claro está, éste no lo deja pasar y como el divo se pone chulo, se lleva un par de ostias y entonces empieza a plañir voz en grito, "¡Qué soy fulano, de los Red Hot Chili Peppers!".


A ver so tonto del culo, si hubieras dicho al menos buenos días soy tal y vengo al hotel, el tipo hubiera hecho su trabajo, te identifica y no pasa nada, pero por prepotente y tonto del culo, te has llevado unas buenas collejas y es que al fin y al cabo, el ser famoso y tener dinero no te ha librado de que alguien te ponga en tu sitio, que para eso le pagan, para que idiotas como tú no hagan lo que les salga de los huevos, además no tiene por que conocerte, ni falta que le hace.

Por eso hay que ser humilde y educado, con quien se lo merece claro está, no todo el mundo aprecia nuestra educación, igual un día te encuentras a alguien que te pone en tu lugar. En el día a día me encuentro gente así, prepotente y altanera, en la cola de la tienda, en la barra de un bar o montado en una moto muy cara y mirándote por encima del hombro, luego cuando se ven en el hoyo, es cuando sacan a relucir su lado moñas, recuerdan de repente a decir "Por favor y gracias" y ahí es cuando se dan cuenta de que son unos mierdas y su altanería no les sirve de nada. 

Anthony Kiedis se llama el cantante de la banda.