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lunes, 31 de diciembre de 2018

Adiós 2018

A partir de esta tarde apagaré el tlf. y desconectaré hasta el año que viene, así que sed al menos igual de cabrones que este año, y espero que el año que entra lo paséis tan bien como sea posible.
Este año se han ido muy buenos amigos, a los que nunca olvidaremos y hay otros vivos a los que mejor que no hubiéramos conocido jamás.
Yo prometo seguir igual, seguir diciendo lo que pienso, tendiendo mis manos a los amigos y cerrando mis puños a mis enemigos y sobre todo riéndome de los tontos del culo, que por desgracia abundan.


Feliz 2019 y espero veros a todos ahí, pues todos hacéis falta.

Abrazos para ellos y besos para ellas, y no al revés.....



viernes, 21 de diciembre de 2018

El perroflauta de Barcelona.

Leyendo al amigo Vicente Polo sobre lo del perro ese que se han cargado en Barcelona, pues le doy la razón.
Imagina que me llaman por que un tipo está digamos molestando a la entrada de un hotel, con razón o sin ella, pero te llama la central y tu vas al aviso, resulta que el tipo hace pulseritas y tal, vive en la calle con su perro pero en ese momento no está digamos en el lugar adecuado. Si yo tengo un comercio, lo que menos me gustaría es tener un perro flauta o un puto mantero en la puerta de mi tienda, por ejemplo, así que llegas allí y le conminas a irse. El tío se pone farruco y como he leído, intenta agredir a los policías con un monopatín, el perro, que por lo visto era una bellísima persona de bueno, (Todo puede ser), al ver como intentan reducir a su amo, se pone arisco y me intenta morder.
Llegados aquí, pues lo tengo claro, le pego cuatro, cinco o los tiros que hagan falta para evitar que me muerda, ¡Faltaría mas!, si hubiera estado amarrado o con bozal, nada hubiera sucedido.
Ahora cuelgan un vídeo donde se ve al perro, grandote por cierto, agonizando, pero que puta casualidad, de cuando el colega se puso farruco y se resistió no hay nada grabado, o al menos no se ha colgado en la red.
Que eso, que es muy bonito ver los toros desde la barrera, pero tened por seguro, que si un perro viene a morderme, lo dejo seco, mi pellejo lo tengo en gran estima y yo no soy el César ese de la tele, el encantador de perros, al que por cierto, de vez en cuando le dan también alguna que otra dentellada.
Algunos son tan tontos, que prefieren a un policía herido que a un perro muerto, pues por mi parte os podéis ir a tomarporculo.