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sábado, 23 de junio de 2018

Reflexión del día: ¡Dame un euro!.

Yo no soy muy de bajar a la playa, a pesar de que la tengo a tiro de piedra, pero ahora en verano eso de aparcar se convierte en una odisea y claro, donde hay aparcamientos una de dos, o el ayuntamiento de turno pone un parquímetro o se pone el parquímetro analógico, vamos, el gorrilla de toda la vida.

En Matalascañas cuyo ayuntamiento, que es el de Almonte, tiene mas preparado eso de sangrar al personal, cualquier superficie plana es susceptible de ser convertida en aparcamiento con su cabina, barrera y todo lo que haga falta para sacarte los cuartos, totalmente desmontable para guardarlo para el verano siguiente.

En Mazagón no hace mucho, pusieron en la zona centro un aparato de esos de monedas con un gorrilla oficial, que vigilaba que el personal pasara por caja, por supuesto nadie aparcaba allí y fue tal el fracaso que no han repetido , creo que se gastaban mas en el sueldo del vigilante que lo que sacaban.

A lo que iba, el otro día a la puerta del cole, donde nos juntamos algunos abuelos, coincidí con un vecino que también esperaba a su nieto. Salió a colación el tema de los gorrillas. Este hombre me decía que era un acto de solidaridad, que a los necesitados el gobierno tiene la obligación de no dejarlos desamparados. También me contó que un día fue a dejar el coche y no llevaba dinero, que casi siempre lleva calderilla para darle algo al aparcacoches , que le dijo que al otro día le daría algo, vamos, que cuando volvió al coche, encima se lo encontró rayado.

Claro, yo a este tío no lo entiendo, ¿Que me rayan el coche y sigues dándole dinero a estos mangantes?. Yo le contesté que demasiados impuestos, iteuves y multas paga uno como para andar pagando litronas y canutos a los gorrillas, yo no le doy un puto euro a ninguno, prefiero dárselo a mi nieto. Además, no se si será mi cara o mis pintas, que ni siquiera se me acercan los de los pañuelos de los semáforos, y si alguno se acerca por casualidad, le digo que no me pida dinero por un servicio que yo no he pedido, y mucho ojo con encontrarme algo en el coche. Hasta la fecha no he tenido percances.

Claro este vecino me dijo que eso era no ser solidario, que antiguamente se daba limosna a los pobres y que esto era mas o menos igual, yo le dije que lo siento, pero soy un cabrón insolidario y no pago litronas a nadie. Oportunamente empezaron a salir los niños de clase y bajó al patio a por su enano, yo como voy con el perro, quedé esperando fuera.

Una de dos, o este hombre es de Podemos, una oenegé o Cáritas, o simplemente yo soy un fascista recalcitrante, pero no se quien dijo: "Por sus hechos los conocerás"...  Lo que tengo claro es una cosa, no suelto un puto euro a nadie, bastante tengo con mantener a los míos, como para dar a esta gente, si todo el mundo hiciera lo mismo, no tendríais que pagar el impuesto revolucionario por aparcar, si lo hacéis, os jodéis todos, por gilipollas.


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