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miércoles, 26 de abril de 2017

El precio de las cosas.

Reflexión del día.

Muchos sabéis que hago trabajos en madera, hierro y si se tercia, algún que otro material, trabajo todo artesano, con las herramientas que puedes comprar en un centro de bricolaje, para no hacer publicidad a nadie. No uso planos ni tutoriales, todo sale de mi cabeza, mi ingenio o maña, como queráis llamarlo, unos trabajos son mas fáciles que otros, algunos quedan mejor que otros, sobre todo al principio no tanto, pero con el tiempo vas aprendiendo y vas usando otras técnicas, materiales, etc.

Cuando me encargas un trabajo, igual te digo que tardaré una semana, pero como soy un fatigas, igual en dos días te lo tengo hecho, procuro hacerlo como si fuera para mi, pero lo mas importante es que te voy a cobrar un precio mas que justo, a veces demasiado barato para el trabajo que lleva. Luego está la gente que para cobrarle un trabajo de cuarenta euros, te pegas varios meses, otros simplemente, como una hélice de adorno, que tengo ahora mismo en venta, me la han dejado colgada, un trabajo de eso, de cuarenta euros lo tengo en casa muerto de risa, y lo he rebajado a treinta, y no es la primera vez, que me dejan en la cuneta, incluso con trabajos mas caros, eso me pasa por confiado, por no cobrar el material por adelantado, por pensar que la gente es igual de seria y formal de lo que trata de ser el que suscribe, seguro que me volverá a pasar, pero cada vez me fío menos.

Alguno pensará que cuando me hace un encargo es caro, vamos a ver, donde vivo, apenas hay material para comprar, me tengo que desplazar a la capital, pillar la madera, barniz, disolvente, tornillos, etc... luego tengo que liarme a cortar, lijar, pirografiar, soldar y comerme la cabeza para que quede bien, sin un taller, sin máquinas profesionales, sin plantillas y sin instrucciones, trabajos que si se pone uno a sumar horas y esfuerzo, valdrían el doble.

Es por eso que si me pides el precio de algo y te parece mucho, mira cuanto te saldría en una tienda y sobre todo si tu serías capaz de hacerlo. Por eso valoro bastante el trabajo de los demás, las restauraciones, los arreglos mecánicos, la pintura y cualquier trabajo hecho en casa con medios escasos, por que yo también me he pringado y se lo que cuesta sacar algo de la nada, solo con tus manos.

Así que antes de decir que algo es caro, párate a pensar o si no, te vas al chino de la esquina y no me toques los cojones.

martes, 18 de abril de 2017

Deportividad ante todo

Reflexión del día.

Y es que cada vez el mal llamado "Deporte rey", me parece mas un grupo de orangutanes dándole a un balón, jaleados por un ejército de vociferantes adeptos. Cuando veo a uno de estos multimillonarios en calzones, insultando, escupiendo o pateando al adversario y al árbitro, me dan ganas de potar. Lo peor no es eso, es que incluso la gente se pelea fuera de los partidos y dentro, vergonzoso espectáculo ver por ejemplo a los padres de los críos que juegan, hacer del graderio un ring improvisado, y ya que hablamos de ring, voy a hablar del DEPORTE, si con mayúsculas que suelo ver en televisión, el boxeo. A los aficionados al balompié siempre les recuerdo que en el deporte del cuadrilátero, dos tíos se dan de ostias, y cuando terminan, se dan un abrazo y se felicitan mutuamente, algo que un megaestrella de la pelota no tiene ni puta idea de lo que es, salvo excepciones, ¡Claro está!, pero en los deportes de contacto, la deportividad y la cortesía, amen al respeto casi reverencial al arbitro, es norma, también hay excepciones, pero muy pocas. En otros deportes pasa igual, no me imagino a un velocista, un saltador o un lanzador de jabalina insultando al un juez, o escupiendo a un rival, no imagino a Rafa Nadal llamando hijo de puta a un contrincante, en estos deportes , si lo haces, te sancionan igual un año, para que se te pase el cabreo en tu casa, igual luego vienes mas calmadito.

Ahora ando viendo esto de la lucha de la UFC, que dan por las noches en Gol tv, la verdad que salvo en algún vídeo por la red, nunca vi un combate de estos, y hay que tener huevos de meterse en el octógono, y resulta que a pesar de las brabatas y malas caras, cuando terminan de zurrarse de lo lindo, el saludo y el abrazo, están a la orden del día, el respeto al árbitro, que en cuanto para la pelea o los separa, se hace sin el menor gesto despectivo, y señores, ahí se dan fuerte y flojo.

Soy de los que prácticamente nunca le ha gustado el balompié, y cada vez que veo a un moña tirándose al suelo simulando una agresión, a otro insultando al árbitro y el ganado en las gradas y fuera del estadio haciendo el animal, teniendo que ser escoltado por la policía, me gusta menos, sintiendo verdadero asco, por que al fin y al cabo, los que toleran esas conductas sin unas sanciones ejemplares, son los que alimentan a la bestia.

¿Deportividad en el balompié?, ¡Y una mierda como el sombreo de un picaor!.

Espero que las nuevas generaciones lo vayan corrigiendo, como siempre en ellos está el futuro o si no, que vean de vez en cuando un buen combate de boxeo, igual aprenden algo de deportividad.

domingo, 16 de abril de 2017

No olvides de donde vienes.

Reflexión del día.

En Facebook he leído un comentario de mi amigo Angel el Bollo, esto me ha hecho recordar cuando era un crío. He de confesar que nací en Sevilla, le pilló a mi viejo currando allí, vivíamos en un patio de vecinos típico sevillano, concretamente en el hueco de la escalera, en una pequeña habitación de alquiler, los recuerdos son muy vagos, era demasiado pequeño. Cuando tenía cuatro años, se mudaron a Ceuta, su tierra natal y allí me crié. Recuerdo que nos mudamos a la barriada del Sarchal, una casita muy pequeña de dos habitaciones , la primera era salita, cocina y comedor, todo en uno, en la segunda nos apiñábamos todos, mis padres, mi hermana y yo, junto a la cama, litera, armario y un baúl. No había agua corriente, solamente un grifo para toda la barriada, donde las mujeres llenaban garrafas de plástico para usarlas en casa, por supuesto que no había duchas ni cagadero, era como en el oeste, un cuartillo de ladrillo que construyó mi padre al lado de casa, con una cortina, y dentro un cubo de plástico, que luego había que tirar abajo, en un vertedero que daba a la playa. El baño era los sábados por la tarde, en un barreño de chapa, se calentaba el agua en el fogón y se usaba el mismo agua para los dos hermanos y otra olla con agua limpia, para enjuagarnos.
Mucho mas tarde pusieron un gran depósito de uralita, el cual llenaba un camión cisterna militar, una vez a la semana, al cual estábamos conectados varios vecinos. Eramos una familia muy humilde, que no pobres, en la mesa nunca faltó un plato de comida, ni la ropa, aunque la mayor parte de las veces, era de segunda o tercera mano y regalada. Para ir al colegio, mis padres pusieron siempre todos los medios, y tenía que recorrer andando un par de kilómetros de ida y otros tantos de vuelta todos los días con la cartera a la espalda.

Hasta que no tuve ocho o nueve años, que nos mudamos a otra casa, no tuve agua corriente, aunque solo unas horas por la mañana, un inodoro donde sentarme, una pequeña bañera de escalón y una cama para mi solo, aunque compartíamos una de las dos habitaciones de la casa. No fue hasta los veinte años que pude tener una habitación para mi solo, en otra vivienda, donde aún sigue viviendo mi madre.

El que me conoce, sabe que tengo los pies en el suelo, cuando miro atrás y veo como he vivido, valoro mucho mas lo que tengo ahora, que por cierto no me ha caído del cielo, ha salido de mi esfuerzo, ganado con sudor, sangre y a veces lágrimas amargas. Me dicen que soy muy crudo en mi forma de hablar, y por ende, de escribir, pero me reconcome las entrañas, ver cuanto gilipollas hay suelto queriéndome dar lecciones de mierda, de lo que es la vida, de cual es mi ideología o que tengo que decir. Cuando algún cantamañanas me viene con lecciones de manual recitado, miro hacia atrás y recuerdo de donde vengo, cuales son mis comienzos y lo que me ha costado llegar aquí, entonces lo mando a la mierda con todas las letras.

Que eso, nunca reniegues de tus orígenes, gracias a ellos, eres lo que eres, pues yo ni reniego, ni olvido los míos, no se si seré el mas bueno o el mas malo, pero sé de donde vengo.

martes, 11 de abril de 2017

Soy el novio de la muerte.

Reflexión del día.

He de confesar que hace tiempo que dejé de sorprenderme de la cantidad de gilipollas por metro cuadrado, en nuestro suelo patrio, un famoso locutor dice que no cabe un tonto mas, pero ¡Que va!, al fondo hay sitio de sobra, para muestra lo que cuento a continuación.

Como muchos de vosotros seguramente, antes era un asiduo de la revista el Jueves, pero amigos, de unos años a esta parte, se ha convertido en un panfleto grasiento y mas rojo que la menstruación de la "Pasionaria", de ahí, que a veces destaque por sus comentarios satíricos con mas mala leche que con gracia.

Esto viene a colación, por que con motivo de la visita de varios Legionarios, (Si en mayúscula por que lo merecen), al materno infantil de Málaga, dicen estos del Jueves, que son los tontos de la semana, por cantar a niños con cáncer su himno, "El novio de la muerte". Lo peor no es que un ¿Periodista? de una revista, ¿Satírica?, ande hurgando con sus pezuñas en heridas ajenas, si no la cohorte de imbéciles que lo justifican y aplauden. ¡Que si hay que ver, cantarles sobre la muerte a unos tiernos infantes!, ¡Que poco tacto por parte de los Legionarios!, y parrafadas que dan grima leerlas. A ver si nos enteramos, el himno de la Legión es ese, y no van a cantar lo de:"Somos lirios, somos rosas, somos lindas mariposas", por que eso igual, es lo que canta la señora madre del de la revista el Jueves, en la esquina del polígono, mientras espera clientes.

Eso si, los que mas critican, son los que menos mueven un dedo por hacer algo por esos niños, los que odian a todo lo que lleve uniforme, los que no nos pueden ver, los que quieren prohibir los  mostradores del Ejército en las ferias, entre otras cosas, por que seguro, que mas de un palo en el lomo se han llevado de nuestra parte, por hacer el cafre por las calles, quemar contenedores y romper escaparates.

Así que ya sabéis, si os jode que la Legión cante "El novio de la muerte", si os jode que lleven en Málaga el Cristo de Mena y si os da urticaria los uniformes, de mi parte os podéis ir todos a la mierda, en grupo o uno a uno, el día que tengáis la mitad de las entrañas de un Caballero Legionario, podréis criticarlos.

¡Arriba el Tercio! , ¡Viva la Legión!.

(Con todo mi cariño y respeto).

viernes, 7 de abril de 2017

El pavo y la Guardia Civil.

Reflexión del día.

Os preguntaréis si esto no es como aquello del tocino y la velocidad, no, pero parecido, ahora me explico.

Cuando ando por casa, como ahora con unas mini vacaciones, me levanto a las ocho a sacar al chucho mientras mi mujer pone el desayuno, y junto al nieto que tiene que ir al colegio, nos sentamos a desayunar. Normalmente pongo las noticias, sobre todo para saber que el mundo sigue girando y no se ha ido todo de una puta vez a la mierda, ahora andan con lo de la huida de los hijos de la Gran Bretaña de la Comunidad Europea, el lío del peñón, etc, pero lo que me ha llamado la atención es una noticia que han dado desde los Estados Unidos de la América del norte, y se ven unas imágenes desde un helicóptero de un pavo cruzando una autopista de esas norteamericanas de tropecientos carriles, (Cualquier parecido con las de aquí, ni de coña), y como decía, el animal iba cruzando los carriles y esquivando los coches, hasta que ha llegado al otro lado, con una pluma colgando, eso sí, pero sano y a salvo, total, que un buen puñado de segundos televisivos para una noticia de mierda, de un puto pavo cruzando una carretera, lo que cada vez me confirma mas, que los espacios informativos, están dirigidos por fumetas o simplemente por gilipollas.

Mi cabreo y el de mi mujer, no ha sido por eso, si no, como mi Rosa me ha recordado: "¡Pues le han dedicado mas tiempo al pavo que la otra vez cuando os manifestasteis en Madrid!". Y si señores es verdad, recuerdo la última vez que subimos a Madrid a gritarles a nuestros generales y políticos, que somos personas y queremos los mismos derechos que el resto de ciudadanos. Entonces el tiempo que se nos dedicó en los informativos fue igual o menor que el dedicado al pavo de hoy. El colectivo mejor valorado, no le importa una mierda a nadie, salvo a nosotros mismos, por que ya sabemos aquel de refrán que dice: "¡Te quiero perrito, pero pan... poquito!".

Total, que en vez de ver los informativos, tendré que ver a Gunball y sus amiguitos de los dibujos animados con el nieto, por que el resto cada vez apesta mas. ¡Ah! y enhorabuena al pavo, de esta salió ileso, hasta el día de Acción de Gracias, no todo va a ser felicidad en el mundo de los pavos.