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jueves, 12 de octubre de 2017

Reflexión del día. Le llamaban "Troll".

Y no, no es como la película, Le llamaban "Body", es por esa sub-especie de mononeuronales que se arrastran por las cloacas de internet, para poner a parir al personal, alegrarse de la muerte de un soldado, un guardia o un político.

Para ser sinceros, yo si que me alegro de la muerte de ciertos seres, por definirlos de alguna manera, como pueden ser terroristas, violadores, traficantes y ratas de distinto pelaje, que pululan por el mundo, sin otra misión que joder a las personas de bien. Pero de ahí ha hacer mofa con el piloto que hoy se ha estrellado con el Eurofighter, o un malnacido que los otros días escribió en mi perfil, que uno menos, por el compañero muerto por un infarto, va un trecho, un largo trecho construido de babas, fango y podredumbre moral e intelectual.

A esta escoria hay que tratarla como lo que es, mierda de perro, cuando vas por la calle procuras no pisarlas, simplemente las esquivas y no entras en su juego del insulto fácil, por que lo bueno de las redes sociales es que los puedes bloquear y evitar leer a esas amebas y también se pueden denunciar a delitos telemáticos de la Policía o Guardia Civil, así cuando les llegue la receta, igual no se ríen tanto.

Y esto ocurre en todos los ámbitos, en los foros, tan de capa caída últimamente, abundan estos batracios, con algunos he quedado en mas de una ocasión para que me expliquen en un tú a tú lo que me escriben a kilómetros de distancia, hasta la fecha ninguno ha acudido a la cita, de ahí lo de llevar "CUERVO", bien grande en mi chaleco, para que no haya confusión a la hora de encontrarme.

Sabéis que procuro no abusar del insulto fácil, es de poca inteligencia entrar en su juego, prefiero recurrir a la mordacidad y el ingenio, que a la palabra gruesa y soez.

Aunque hoy me vais a permitir, que me cague en todos sus muertos, aunque solo sea por una vez.


Foto cortesía de Mario Hermida, (Huelva Motera)

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