Mi profe es vegetariana.

Reflexión del día.

"Pata-palo, es un pirata malo, que come PULPO crudo y bebe agua de mar".

Eso dice la canción, ahora y desde siempre, no me lo invento yo, es que esa es la letra, pues bien, no hay nada como tener una profesora vegetariana y animalista para que cambiemos pulpo, por cucurucho, por que eso de comer pulpo está muy mal. ¿Os creéis que es coña?, nada mas lejos de la realidad y es que a mi nieto le ha tocado una señorita vegetariana.

Antes para el recreo le poníamos un buen bocata de chorizo, salchichón o mortadela, que además de alimentar al nieto, le da lustre, pues bien, ya el chavalín no quiere bocatas con contenido procedente de animales, por que la "Seño", le ha dicho que no está bien matar bichitos para comérselos, ¡Tócate los cojones!. Yo que pensaba en mi ignorancia, que lo malo era comer bollería industrial y resulta que me están convirtiendo al nieto en un puto converso. Menos mal que estamos aquí los abuelos para enseñarle lo correcto, por que pienso yo, que en el colegio no hay que comerles el coco al los niños con tus apetencias personales, bueno según la moda cateta de retorcer el idioma español, serían niños y niñas, o alumnos y alumnas, algo que cada vez que lo oigo, me hacen crecer los pelos de las orejas, que lo suelte un político medio analfabeto, lo dejo pasar, pero que lo suelten los que educan a nuestros infantes, dándole patadas en las gónadas a la sintaxis de las frases, es para mear y no echar gota.

Pero eso no es lo peor, algo que ya me escamó, fue en la actuación de Navidad de fin de trimestre, aunque la mayoría iba disfrazado de pastorcillo, no se cantó ni un villancico, solo canciones infantiles, a posteriori me enteré de que era para no hacer un uso religioso de la fiesta, pues son diversas las culturas que convergen en el colegio y claro, no vaya a ser que se contaminen con ideas clericales. La última fue que lo del día de San José, tampoco se celebraba como tal, por eso mismo, por ser un Santo, y repito, ¡Tócate los cojones!

Si hay una profesión a la que admiro y respeto a partes iguales, es la de profesor, maestro de toda la vida, pero esto raya lo surrealista, una cosa es inculcar valores y conocimientos y otra muy distinta es meterles a los nenes en las meninges, tu visión del mundo, por que entonces, se empieza cambiando la letra de una canción y se termina adoctrinando sobre una ideología en particular, que oye, para ti tendrá su valor, pero al resto nos suda aquella parte donde no llega el sol.

Por supuesto esta tarde mi nieto ya canta que el pirata lo que come, es pulpo crudo y no cucuruchos, que de eso ya me he encargado yo de enseñárselo, por que los piratas eran unos hijos de puta con pintas y no solo comían pulpo crudo, si no que también le hincaban el diente a los higadillos de sus enemigos.... ¡ Vamos, a mí con cucuruchos y demás mariconadas!.