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viernes, 31 de marzo de 2017

Esto de los vicios.

Reflexión del día.

Todos tenemos nuestros pequeños vicios, para algunos se convierten en verdaderos problemas, me refiero al alcohol. No soy de esos que se pegan pasadas a la hora de beber, y tampoco soy de los que la lían cuando se ponen tarumba, conozco gente que cuando tiene unas copas de mas, se ponen insoportables, la lían parda y al final terminan yéndose calentitos a casa o creándose enemigos donde antes no los había. Yo no, yo soy de los de la risa floja y no me meto con nadie, me lo paso bien y no meto la pata.

Esto viene a cuento de que como habréis comprobado los que me leéis, me gusta la cerveza, como a mucha otra gente, me da igual rubia, negra, de trigo o con tequila, una cerveza bien fría es lo mejor que se puede tomar un tío de pelo en pecho, el problema llega cuando el placer se convierte en una costumbre, y empiezas a beber, no por que realmente te apetezca, si no, por que llega cierta hora del día en que el cuerpo te lo pide, a la hora del "Angelus" y después de las ocho de la tarde, sentarse frente al televisor con una litrona y algo para picar, se convierte en una rutina diaria, y llega un momento en el que te das cuenta que bebes por inercia, no por placer.

Llevo cuatro semanas en dique seco, para no mentir en este mes habrán caído unas seis o siete cervezas, no está nada mal para un tipo que suele beber dos litros a diario. Pero he de confesar que soy un tío muy raro, nunca me ha costado nada hacer sacrificios, para fumar me pasa igual, fumo solo en pipa, los cigarrillos me saben todos a papel quemado, después de cenar o de almorzar, tumbarse en el sofá y fumarse una pipa cargada de tabaco aromático, es uno de los pequeños placeres que me permito, es como saborear un buen whisky o bourbon, pero si se me acaba el tabaco, no voy corriendo al estanco, a veces me pego semanas sin fumar, solamente por que se me olvida hacerlo, es decir, no soy un tío al que lo atrapen los vicios. A la hora de hacer dieta o entrenar , me pasa igual, no me supone ningún sacrificio, me pongo y punto.

Se que hay personas con problemas gordos con la cosa del beber, hace un tiempo incluso he llegado a pensar, si no sería yo uno de ellos, tras un mes, veo que no me resulta necesario echar esas birras día a día, no lo echo en falta, ergo no soy alcohólico, o al menos me la suda si quiero beber a diario. Por que llega un momento en que uno piensa que si estás enganchado, y eso me cabrea, pero veo que no, ahora solo me meto en el cuerpo alguna birra cuando estoy de fiesta o cuando salgo con mi mujer al tomar algo, por que una cosa es dejar de beber tanto y otra es la mariconada de tomarla sin alcohol o lo que es peor, tomar un refresquito, por suerte no he caído tan bajo.

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