Cuelgamonos.

La eterna pregunta, ¿Es cómodo el cuelgamonos?, el otro día repostando lo tuve que explicar por enésima vez a un empleado de una gasolinera, donde paré a repostar. Lo voy a aclarar para los que no lo sepan, si, si que es cómodo, aunque parezca increíble, el hecho de llevar las manos a la altura de los hombros, hace que los trapecios, (Músculos detrás de la cabeza y sobre los hombros, para los que no cursaron EGB), están mas relajados que llevando las manos en la posición baja de un manillar normal. Comprobado en mis carnes morenas. 

Aclarado el apartado físico, llega el apartado de la conducción. Pues al principio te sientes raro, sobre todo cuando afrontas la primera rotonda, tan solo tienes que seguir a la moto, tumbar y la física hará el resto, cuando llevas unos kilómetros, tomas las curvas como cualquier otra moto de características similares a la tuya, o si no que se lo pregunten a los que han salido de ruta conmigo.

Luego está el apartado subjetivo, que como el cerete, cada uno tiene el suyo y alguno con zurrapa.

¿Por qué lo llevo?, sencillo por el rocanrol, por vacilar, por rebeldía, por que cuando vas a tu bola por la carretera, el personal desde su coche te ve con esa chulería innata, agarrado a ese pedazo de manillar y tú, todo chulo, bien tieso, y te dan ganas de sacar el dedo corazón y decir, ¡Ahí os quedáis, so pringaos!. Llevo muchos años con cuelga y no, no es una moda pasajera para el que suscribe, ya no concibo tener una moto custom sin ponerle uno.

Aparte también digo, que a no todas las motos le queda bien un cuelga, ha visto verdaderas aberraciones, por poner un ejemplo, a las motos estrechitas, tipo Shadow 600, Sportster y similares, un cuelga de 40cm y encima de base ancha, le queda como el Cristo de Medinaceli con un lanzagranadas , a su dueño le parecerá estupendo, pero he visto barbaridades que te duelen las córneas al verlas.

 También está el tema de la posición, voy a ser claro, si le pones a tu moto un cuelga y lo echas hacia atrás, mejor no le pongas nada, so pringao, no hay cosa mas sosa y hortera que un cuelgamonos tirado hacia atrás, ¿Qué pasa, que te da vergüenza o qué?, un  cuelgamonos ha de estar como mínimo, paralelo a las horquillas y como en mi caso, perpendicular al suelo, con chulería, ¡Anda, anda y baja al garaje a ponerlo como hay que llevarlo!.

Luego viene el apartado de legalizar o no, yo me he pegado mas de un decenio con el corta/pega para la iteuve, desmontar todo, pasarla y luego vuelta a lo de antes, con el riesgo de que un menetérico te pille confesao y te ponga una receta. 

Total, hay empresas por la red que te hacen los trámites, en mi caso, 230 pavos de ingeniero, 70 de certificado de taller y otros 43 de itv extraordinaria, así que echad cuentas, la mano de obra la puse yo, al menos eso me ahorré, con los papelotes que te mandan en digital, los llevas a la itv, o se los mandas por correo electrónico y te miden que coincida con lo escrito y listo. 

Que eso chavales, lo llevo por que lo primero, me gusta a mí, voy bien y a gusto, se vacila un rato y al que no le guste, pues que no mire, yo no vine a hacer amigos, como diría Loquillo, pero siempre puedes contar conmigo.

Cuando éramos soldados.

 Ayer revisioné la película de Mel Gibson "Cuando éramos soldados", que trata sobre la primera intervención norteamericana en Vietnam, donde por primera vez se usó el helicóptero como medio principal de transporte de tropas y ataque, algo que pilló descolocados a los del Vietcong, por la rapidez de los mismos y la inmediatez de la respuesta a las ofensivas norvietnamitas.

Mel Gibson que la dirige e interpreta al coronel Hal Moore soberbiamente, trata la guerra desde el punto de vista humano y no tanto desde el militar. Una película donde no hay buenos ni malos, queda claro desde el principio, dando la visión de ambos mandos durante la lucha.

Como todos sabemos, Mel es un apestado en Hollywood, por sus declaraciones poco ortodoxas y sin ningún tipo de tapujos políticamente correctos, católico practicante, según sus odiadores, machista y eso si, bebedor empedernido, pero fuera de todo esto, es innegable que tiene como director algunas buenas películas y en lo personal, me cae de puta madre, es una de las piezas que no quiere encajar en la meca del cine, siguiendo la corriente de corrupción, feminismo rancio e interesado y mariconeo en general.

Total, un actor que como otros, no se deja influenciar por la corriente progre que impera y que a estas alturas de la vida, se la trae floja las gilipolleces que nos quieren imponer por cojones.

Que envidia de los yankees.

 Ahora estoy consumiendo muchos vídeos americanos sobre transformaciones de motos, sobre todo de "Estilo japonés", veo lo fácil que es, incluso para un tipo con cuatro herramientas como yo y entonces se pone uno a soñar, "Que bueno poder hacer lo que a uno le gusta y que difícil te lo pone la administración", he llegado a pensar que si Podemos quitara las iteuves, les votaría, sólo por eso tendrían ganado el cielo.

Ya no sólo es que a mi me guste eso de apretar tuercas, son los miles de puestos de trabajo que se han perdido, por cuatro chupatintas legisladores e hijos de puta, pues se pueden ser las dos cosas al mismo tiempo, acordaos de la época del "Tuning" en el automóvil, la cantidad de dinero que eso generaba y la de puestos de trabajo, mecánicos, trabajadores en fibra, el mercado de repuestos, etc... Pues no, oye, que la Putón Europea dice que no y hay que cambiar las leyes, si a esto le unimos el borreguismo español, que tragamos con todo, pues a pasar iteuve, moto incluida, cuando en otros países no hay o sencillamente no son tan estrictos y si intentan imponerla, todos a una, a la puta calle a liarla.

En fin, seguiremos soñando y si queremos transformar algo, que sea todo cuadriculado y pasando por caja, por supuesto, ya sabéis, los impuestos son para carreteras, colegios y hospitales... y una mierda como el sombrero de un picaor.

Igual no lo entiendes.

 Ayer a 22 de Octubre, después de visitar a los amigos de Caballos de Acero, nos disponemos a pillar las motos para la vuelta y yo pasando un calor, increíble, guardo la chupa de cuero y todo el camino de regreso con una temperatura primaveral, en manga corta, disfrutando de la carretera a no mas de cien por hora. En ésta tierra no saben lo que es el frio, por mucha milonga que me cuenten de que si la humedad y que si la abuela fuma, los onubenses no tenéis ni puta idea de lo que es el frio.

En Huelva Pedro sigue hacia su casa y yo tiro por la avenida Montenegro, la que bordea la ría. despacito, colgado del manillar, sintiendo el aire y el ronroneo de la Flaca bajo mi culo, enlazando las curvas de las rotondas, tumbando, ya me he habituado al cuelgamonos y parece magia como tumbas, las plataformas me limitan la inclinación y rascan en el suelo.

Luego pillo el puente de Colón y el aire marino me da de lleno, el Sol aparece entra las nubes y te sientes bien, libre, a gusto, sobre dos ruedas se ve el mundo de otra manera, no son las fiestas ni concentraciones, no es la moto que tengas, mas grande o pequeña, cara o barata, de serie o personalizada, es algo mas.

Me gusta rodar en grupo, no lo niego, pero disfruto mas en soledad, en sintonía con mi máquina, sin aparatos, sin gps ni música, solo el silbido del viento en el casco y el tamborileo acompasado del escape, el asfalto pasando bajo mis pies y la carretera al frente.

Una vez pasado el mazacote del polígono petroquímico, empiezan los pinares de Mazagón, de repente baja la temperatura, no al punto de darme frio, pero si se nota como la vegetación controla el clima, le doy un poco mas de gas y adelanto a un coche a ciento veinte, me suda el nabo lo que diga el gobierno, los adelantamientos hay que hacerlos en el menor tiempo posible, es mas seguro para mi pellejo y no para un hijo de puta sentado en un despacho. Así que sin nadie delante enfilo para casa y me siento bien, pero que muy bien.

Por eso el que no tiene moto, jamás comprenderá por que montas cuando hace frio, calor o llueve, te miran como si no estuvieras bien de la azotea. No, no sois capaces de entenderlo, pero aún estáis a tiempo.

No, no todo vale.

Cuando ingresas en una asociación, cofradía, equipo deportivo o club motero, normalmente hay normas de obligado cumplimiento, no puedes ir a tu bola cuando representas unos colores, no puedes liarla o incumplirlas, pues en el momento que te pones los colores representas al resto de socios.

No, no se puede defender lo indefendible y cuando se te echa por votación, no ha sido arbitrariamente, tu y los que te defienden, sabéis que la liaste parda, insultaste a gente de otro Club, molestaste a sus mujeres y te libraste de que te ostiaran, precisamente por esos colores que portabas, a los que ahora algunos menosprecian. 

Y ahora ése que te defiende a capa y espada, que estuvo en la reunión de tu expulsión, como un cotilla a ver que decíamos de ti, al terminar dijo que se iba, pues adiós muy buenas, igual se esperaba un grupo de plañideras suplicando que no se fuera y me la suda lo que digas de mí o de mi Club, mejor 5 socios implicados que 40 tibios, como te dije, obligado aquí no hay nadie, ni siquiera yo. 

Ahora puedes ir rajando del Club, o sobre todo de mí, como hacen todos, que me la trae floja. 

No amigo, no, no vale todo, yo también he estado borracho como una cuba en fiestas ajenas y propias y jamás la he liado ni he puesto en compromiso al resto de socios, por que seré muy feo, cabrón o mal hablado, pero tengo los pies en el suelo y se como comportarme, sobre todo cuando llevo el chaleco con los colores de mi Club. De verdad que me apena haber tenido que votar por tu expulsión, pero lo repito, no, no todo vale.

El reto viral

 En Youtuve, sigo a Calero, el de Carwow, sale un reportaje donde dice que en Estados Unidos hay un reto viral de estos que ponen de moda soplapollas y tontos en general, que consiste en robar por medio de una memoria usb insertada en el arranque, coches de la marca Kia e Hyundai, que tienen un fallo en el sistema electrónico de seguridad, son de gama baja, es decir de currantes y gente de menos recursos.

Por supuesto hacen perrerías con los coches, chocan entre ellos, los estrellan y cuando el dueño los encuentran, están para la chatarra, vamos un gracia para el currante medio, al que le hace falta para ir al trabajo.

Pero me fijé en un detalle, los hijos de puta graban sus fechorías, cuidando mucho que no salgan sus caras, eso si, se les ve las manos y brazos y..... es curioso, todos son del mismo color o raza, daré una pista, no son azules.

Un estudio de hace un par de años dice que la gente de color en Estados Unidos son un 15% mas o menos, pues bien, el 85% de los delitos es cometido por parte de ése tanto por ciento.

Y es que somos muy racistas.

El Loco de la colina.

 Y los socialietarras y anteriormente los peperos , pues para esto son todos iguales, metiendo las zarpas en la educación, quieren igualar a la sociedad , pero por abajo, eliminar la excelencia, al que trabaja y estudia, para que todos tengan las mismas oportunidades, pero descendiendo la calidad hasta el nivel de las cloacas. Cualquier cantamañanas , canutero y grifota, puede pasar de curso y sacar una carrera, para que no sea discriminado con respecto al que si que estudia.

En la sociedad pasa igual, triunfa lo safio, lo basto, lo barriobajero, tanto en la cultura, la música o el espectáculo. Las televisiones apestan, la radio le va a la saga y la mayor parte de la gente con la que te cruzas, no lee ni la etiqueta del champú.

El personal no vota por convicción, lo hace por afiliación, si gobiernan los míos prosperaré, algo mas evidente en las corporaciones municipales, donde según sople el viento trabajan unos u otros, que para eso están los padrinos.

Todo esto, pero mejor explicado lo decía Jesús Quintero, es por eso que lo tenían apartado, como un apestado o radiactivo, pues sus verdades no encajaban en los medios de comunicación actuales, donde pululan mercenarios de la desinformación.

Es la sociedad que nos ha tocado vivir, algunos seguimos anclados en el pasado, donde había mas libertad y nuestros mayores se preocuparon de que aprendiéramos por la ley del esfuerzo, ahora nos damos cuenta de la razón que tenían.

Mientras todo se derrumba, nosotros desde nuestro arca de Noé vemos como todo se va a la mierda.

Descansa en paz, Loco de la colina, que razón tenías cuando los llamabas hijos de puta.

Una de miedo.

 

Alaridos en las dunas.

(Relato basado en una leyenda Tuareg.)

    Will, era un joven que vivía al sur de Nevada, cerca del gran desierto de Mojave. Un día le

llamaron por teléfono y le dieron la noticia de que su hermano que vivía en California, estaba

enfermo. La verdad, es que estaba muy atareado con el trabajo del taller, pero pudo más el amor que

sentía por su hermano que las obligaciones del día a día, así que al día siguiente decidió coger su

vieja Harley e ir a hacerle una visita. Como el viaje iba a durar un par de días, preparó los bártulos

y salió a la carretera.

    Los kilómetros pasaban parsimoniosamente, y durante el día el calor árido del desierto le secaba

la piel, paraba en las escasas gasolineras de la carretera polvorienta, para refrescarse, repostar la

moto y aprovechar un poco de la sombra de sus muros o escuálidos árboles, el amanecer y el atardecer, eran los mejores momentos para conducir en aquellos eriales.

    En la segunda noche, acampó al refugio de una gran duna. Bien entrada la madrugada, la luna

estaba alta en el cielo, la hoguera que preparó para calentarse en el frio de la madrugada, no era más

que rescoldos. Un presentimiento lo despertó de repente, sin acordarse exactamente donde se

encontraba y aún adormilado se incorporó, quedando sentado en el saco de dormir, totalmente a oscuras, solamente la luz lunar sacaba sombras de las piedras y matorrales, dándole a paisaje un

aspecto fantasmal, entonces oyó unos lamentos a una distancia incierta, como alguien que sollozaba

y se lamentaba amargamente, eran tales los aullidos que se le erizaron los pelos de la nuca, quedó

con los ojos bien abiertos y atento, al poco rato escuchó los gritos a unos pocos metros, el terror lo

tenía paralizado, entonces sintió a un par de metros como alguien escarbaba en la arena y puñados

de ella le cayeron en la cara, seguido de unos gritos aterradores. Fue tal el pánico que sintió, que

recogió el saco de dormir, arrancó la moto y salió de allí como alma que lleva el diablo.

   Al día siguiente llegó a San Bernardino, y se sintió contento de ver que su hermano estaba

bastante mejorado. Aquella noche a la luz de una hoguera, con varios amigos y una botella de

Bourbon que pasaba de mano en mano, oían los relatos que un viejo indio contaba de sus

antepasados, entonces Will contó lo sucedido la noche anterior en el desierto. El viejo indio lo miró

pensativo, todos por respeto al anciano callaron y aguardaron, y contó lo siguiente:

    “Hace ya muchos años cuando mi abuelo aún era joven y fuerte, sucedió que en esta zona

desértica vivían dos tribus, enfrentadas entre sí por una disputa largo tiempo olvidada, los muertos

de unos con los muertos de otros se pagaban, y las arenas del Mojave se teñían de rojo con la sangre

de los guerreros caídos. No muy lejos de donde tú acampaste anoche, vivía una viuda con su hijo

pequeño, su padre murió en una de las emboscadas de la tribu contraria, y la pobre mujer salía

adelante con dificultad, vivía en una choza, con algunas cabras y un pozo de agua. Sucedió que un

miembro de la tribu enemiga había sido asesinado unos días antes, y los guerreros andaban

buscando venganza. Cegados por la ira llegaron al campamento de la viuda la violaron y la

maniataron con tiras de cuero, se llevaron al pequeño y le dijeron cobardemente que iban a enterrar

vivo al crío en la arena del desierto.

   Es bien sabido que muy poderoso es el amor de una madre y ninguna ligadura puede con su

coraje, logró soltarse de sus ataduras y empezó a correr hacia la primera duna y escarbó con todas

sus ganas para ver si su pequeño estaba allí enterrado, al no obtener resultado, fue corriendo a otra

duna y siguió escarbando, y a otra, así toda la noche, hasta que asomó el sol por el horizonte. Y

siguió y siguió, día tras día, llamando a gritos a su pequeño, sacando arena aquí y allá, hasta que el

Gran Espíritu le concedió el don de la locura, para que no sufriera inútilmente.

    Joven motorista, probablemente lo que oíste fue el alma de la pobre mujer, que aún en el más allá

sigue buscando desesperadamente a su retoño.

    Así que reflexionad, que las guerras y venganzas, a nada conducen y la sangre de unos con la de

otros se pagan”.  Todos callaron durante un rato, meditando sobre lo que el viejo había relatado.

   Will volvió a casa, y los años pasaron, pero aún hoy, en las noches de luna llena, cuando

contempla el desierto, un pequeño escalofrío le recorre la espalda.

Los casos verídicos de Paco Gandía.

 Yo no es que lleve toda la vida en moto ni mucho menos, pero algunos años si que estoy en el mundillo, he aprendido mucho y mas que me queda por aprender, pero a veces te cruzas con sujetos que te siguen sorprendiendo.

  Digamos que estas en esa edad mediados los treinta o pasando levemente los cuarenta, eres funcionario, con un sueldo estable, hace poco que te has separado y con la crisis de los cuarenta te pillas una moto. Sales, empiezas a conocer gente y te va molando esto de las fiestas moteras, los clubes y las titis que conoces. En un par de semanas ya vas vestido de cuero, te pillas un chaleco y empiezas a poner cara de malo de película de los años treinta. 

   Un día coincidimos, nos conocemos, charlamos, etc... hablamos del tema éste de los clubes y varias semanas después, me tiras a bocajarro que quieres montar un club, ¿Qué tengo que hacer?, me espetas, le digo que- Yo te recomiendo que conozcas a los distintos clubes de la provincia, igual hay alguno que te guste y te haces socio, pero lo primero es conocer gente, salir e igual ves que eso de montar un club no es tan fácil-, Al rato estoy charlando con un amigo y se acerca de nuevo, a mi amigo le pregunta lo mismo y curiosamente obtiene la misma respuesta. Creo que fue dando la brasa a todo el mundo hasta que encontró a algún flipado como él, que le dijo que era buena idea.

  Total, varias semanas mas tarde me lo encuentro en otra fiesta y ya llevaba un parche, por supuesto rindiendo pleitesía a un MC, para poder llevarlo, ¡Menudos aires se daba el tío con su flamante parche!, Bueno le di la enhorabuena y empecé a vislumbrar la flipaera que manejaba, ya empezaba a decirme no se qué del honor, la lealtad y palabras de esas grandilocuentes que salen en muchos eslóganes, pero pocos llevan a cabo. Yo le dije que voy por libre y que ciertas movidas me vienen grandes.

  Al tiempo tuve roces con estos de Alianza Sur, me declararon no bienvenido, algo que me dio tanta pena que me pasé una semana llorando desconsoladamente, vamos que me la trae flojísima. Resulta que me vuelvo a encontrar a esté indígena y como estaba su club auspiciado por los de mas arriba, me dijo que si lo mío era una falta de respeto, que si el honor y bla,bla,bla, Le contesté que me daba igual, que mi libertad de expresión está por encima de todos estos matones de pacotilla, ¿Me declaran "No güelcome"?, pues fíjate en Huelva son tres clubs mal contados, con la cantidad de sitios donde puedo ir, no me preocupa en absoluto. Pilló tal rebote que dejó de hablarme, otra pena que echar al saco, me dije a mí mismo.

   La última noticia que tengo, pues hace años que no lo veo es que ahora porta un tres piezas, que eso, que le vaya bonito, cuanto mas tiempo llevas en esto, mas sabio te vuelves, no por ser mas listo, si no por ser mas viejo, no hace mucho han intentado colármela, pero veo los problemas desde que aparecen en el horizonte y los que me quieren utilizar lo tienen mas crudo, luego se dan cuenta cuando es demasiado tarde.

  En fin, un pequeño consejo, si te metes en éste mundillo, empieza poco a poco , observa, escucha y aprende, que hay mucho cantamañanas y flipao de Hijos de Anarquía y uno peina canas para tanta tontería.