Ayer a 22 de Octubre, después de visitar a los amigos de Caballos de Acero, nos disponemos a pillar las motos para la vuelta y yo pasando un calor, increíble, guardo la chupa de cuero y todo el camino de regreso con una temperatura primaveral, en manga corta, disfrutando de la carretera a no mas de cien por hora. En ésta tierra no saben lo que es el frio, por mucha milonga que me cuenten de que si la humedad y que si la abuela fuma, los onubenses no tenéis ni puta idea de lo que es el frio.
En Huelva Pedro sigue hacia su casa y yo tiro por la avenida Montenegro, la que bordea la ría. despacito, colgado del manillar, sintiendo el aire y el ronroneo de la Flaca bajo mi culo, enlazando las curvas de las rotondas, tumbando, ya me he habituado al cuelgamonos y parece magia como tumbas, las plataformas me limitan la inclinación y rascan en el suelo.
Luego pillo el puente de Colón y el aire marino me da de lleno, el Sol aparece entra las nubes y te sientes bien, libre, a gusto, sobre dos ruedas se ve el mundo de otra manera, no son las fiestas ni concentraciones, no es la moto que tengas, mas grande o pequeña, cara o barata, de serie o personalizada, es algo mas.
Me gusta rodar en grupo, no lo niego, pero disfruto mas en soledad, en sintonía con mi máquina, sin aparatos, sin gps ni música, solo el silbido del viento en el casco y el tamborileo acompasado del escape, el asfalto pasando bajo mis pies y la carretera al frente.
Una vez pasado el mazacote del polígono petroquímico, empiezan los pinares de Mazagón, de repente baja la temperatura, no al punto de darme frio, pero si se nota como la vegetación controla el clima, le doy un poco mas de gas y adelanto a un coche a ciento veinte, me suda el nabo lo que diga el gobierno, los adelantamientos hay que hacerlos en el menor tiempo posible, es mas seguro para mi pellejo y no para un hijo de puta sentado en un despacho. Así que sin nadie delante enfilo para casa y me siento bien, pero que muy bien.
Por eso el que no tiene moto, jamás comprenderá por que montas cuando hace frio, calor o llueve, te miran como si no estuvieras bien de la azotea. No, no sois capaces de entenderlo, pero aún estáis a tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario