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sábado, 3 de diciembre de 2022

Luz al final del túnel.

 Tengo todo lo que soñaba cuando empecé a jugar a esto de ser adulto, un chalet en propiedad, pues cuando andaba de novio con mi señora recuerdo mirar con envidia los chalecitos, con su patio, su plaza de garaje, dos plantas, etc... yo que siempre viví en casa pequeña como piojo en costura, todos en la misma habitación o mas tarde compartiéndola con la hermana o abuela e incluso sin agua corriente ni sanitario, no imaginaba lo que era vivir en una casa de "Verdad"


Tengo un coche mas que decente, una moto custom como siempre soñé, a mi que siempre se me caía la baba cuando veía las primeras Virago o Shadows por la calle y tengo un nivel económico no para tirar cohetes, pero si para vivir bien y permitirme ciertos caprichos.

En definitiva, tras muchos años de sacrificios y penurias, pues los comienzos siempre fueron muy cuesta arriba y además solos, sin apoyo ni ayuda de la familia, que ni estaba ni se le esperaba, eso si, la indiferencia, con indiferencia se paga. Como decía tras una larga y empinada cuesta arriba, hemos tocado cumbre, los meses de estudio, la academia, el salir desterrado de mi tierra y empezar en tierra extraña, con gente a la que no le caías bien por tu trabajo, el tener jefes hijos de puta, el frío, el calor, los horarios perros, todo eso ha quedado atrás, ahora toca disfrutar de las mieles del triunfo, ahora toca vivir, a recoger lo que bien sembré y toca la hora de la siega.

Y ahora vendrá algún subnormal y dirá que lo mío ha sido suerte, ¿Suerte?, ¡Me voy a cagar en tu reputa madre!... Como dice José Mota, no te digo que lo superes, ¡Iguálalo!.

Ya sabéis, ahora le toca a otros pillar el testigo, a mi el valor no se me supone, está demostrado, ya he cumplido de sobra y al que me envidia sólo le digo que ya sabe donde empieza el camino, a ver si tienen huevos de recorrerlo y luego que lo cuenten.

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